ALM: para usted, ¿Manhasset era un fracaso absoluto o una perspectiva que sigue siendo abierta para las negociaciones?
Khalihenna Ould Errachid: es algo difícil ya que, en este tipo de problemas, es difícil hacer una evaluación. Estamos sobre unas arenas móviles. Es posible evaluar una cosa en un momento determinado y más tarde puede ir más allá. Pero cierto, el hecho de dialogar sobre el fondo del problema, aunque no estamos de acuerdo, es una cosa positiva.

ALM: ¿Vamos a empezar inmediatamente a sentar las bases para hablar de la autonomía o nos quedaremos siempre en una posición de príncipe como hemos visto hoy, con las declaraciones del Polisario?
KHE: Digamos que estamos viviendo una experiencia para acostumbrarnos. Primero, es un lenguaje no usual, al que no estábamos acostumbrados. Estábamos en formatos diferentes y el hecho de hablar en sí es positivo, aunque no estamos de acuerdo, o que a veces es muy opuesto. Pero pienso que poco a poco vamos a acostumbrarnos. Vamos a entrar en la búsqueda del consenso si la buena fe existe.

ALM: Precisamente, ¿usted piensa que la buena fe sigue existiendo hoy?
KHE: Diría que estamos en fase de prueba. Y Marruecos salió triunfante de este examen. ¿Por qué? Simplemente porque somos realistas. Ofrecemos una cosa innovadora y tenemos la voluntad de resolver este problema. Lo que todavía no es el caso para el Polisario y Argelia. Todavía están poniendo a prueba nuestra voluntad en este sentido y pienso que empezarán a entender que somos serios y que no es una maniobra sin futuro. El problema del Sahara es principalmente un problema psicológico.

ALM: Cuando el Polisario empieza a hablar ya de la gestión de los recursos del Sahara y de la gobernanza local, ¿no piensa usted que está discutiendo ya de la autonomía?
KHE: Podemos entenderlo así. Sí, es ya una buena cosa. Como le he dicho, el hecho de discutir sobre el fondo del tema es ya una buena cosa en sí. Pero no hemos hablado sólo de eso, sino que hemos discutido de cuestiones fundamentales: la aplicación de la resolución 1754, los principios de las posturas de unos y otros… A este nivel, es algo positivo.  Ahora bien, todas las partes tienen que abandonar sus “sueños” irrealizables y ser más realistas. Pienso que vamos a avanzar en este sentido.
El Polisario debe saber que el compromiso es una cuestión de valentía y que, en la vida, nunca obtenemos todo lo que queremos. Entonces, hay que tener el coraje de aceptar una solución, mediana, cierto, pero muy honorable.
En esta ronda de negociaciones, hemos hablado sinceramente, pero claramente y hemos tratado cosas que era muy difícil abordar en el pasado…

ALM: ¿Por ejemplo?
KHE: Un poco de todo: la autodeterminación, los fracasos, los malentendimientos del pasado y las posiciones extremas de unos y otros, la evolución de todas las partes, los enormes pasos realizados poro Marruecos para llegar a esta proposición y hemos discutido del hecho de que el Polisario no evoluciona y no entiende el sentido de la historia…

ALM: ¿Es el Polisario que no evoluciona o es el poder argelino que tiene una actitud respecto a este conflicto que no evoluciona?
KHE: Primero el Polisario no evoluciona porque es un movimiento políticomilitar y esta evolución está vinculada a la situación interna del Polisario como movimiento políticomilitar dogmático.
En cuanto a Argelia, existe también un problema psicológico. Pero soy optimista ya que las apuestas de Argelia con el Maghreb son enormes, las relaciones bilaterales, las relaciones entre ambos pueblos. Entonces, existe siempre un rayo de esperanza para que Argelia pueda hacer bastante presión sobre el Polisario para empujarlo a firmar este compromiso histórico. Por eso, evidentemente, las negociaciones tienen que seguir, y por eso debemos conocernos mejor, acercarnos aún más… En este sentido, esta ronda fue positiva, pero nosotros, cada uno por su parte, tenemos que hacer madurar la importante e histórica decisión que hay que tomar.

ALM: ¿Usted, como presidente del CORCAS, no tiene pena al discutir con gentes que no son autónomos respecto a su decisión?
KHE: Eso lo dije en una de mis intervenciones. Pero el problema no es eso, vamos a aprender a salir poco a poco de estos guetos decisionales si existe, claro, la buena fe. Entonces, no podemos más que ser optimistas porque es algo necesario. Y hay que guardar la esperanza que el tiempo acaba cambiando la gente. Pienso que Argelia y el Polisario son conscientes de que hay que hacer algo para salir de esta trampa en que se encuentra la región. Pienso que algún día, tal vez cercano, tendremos en frente un socio capaz de actuar positivamente.
 
ALM : La delegación marroquí es constituida por tres saharauis activos ya que el Polisario se negaba a hablar con los saharauis unionistas. ¿Usted piensa que es un logro de estas dos rondas?
KHE: Eso es una prueba fundamental de que Marruecos ha cambiado. Esto es una buena prueba sobre la buena voluntad de Marruecos. A nivel psicológico, es muy importante. Pero las cosas son tan claras y obvias que no podemos negar que la mayoría absoluta de los saharauis no están de acuerdo con el Polisario.

ALM: ¿Cómo concibe usted este movimiento llamado “Jat Chahid” que reclama más democracia y discute la representabilidad de la delegación del Polisario en Manhasset?
KHE: Es una buena evolución, si toma una suficiente amplitud para empujar el Polisario a hacer una seria negociación. Pero pienso que la dinámica de la negociación en sí, la fuerza de la proposición marroquí, la profundidad de cambio en Marruecos, de su aproximación, de su forma de negociar y su manera de exponer y enfrentar el porvenir, es lo que ha producido el cambio.

ALM: ¿Cómo podemos calificar su estado de espíritu respecto al desenlace de este proceso?
KHE: Yo, soy optimista, pienso que no es imposible encontrar una solución al problema del Sahara.

Fuente: “Aujourd’hui Le Maroc’’ - 13/08/2007
- Actualidad relativa a la cuestión del Sahara Occidental -