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miércoles, 8 de mayo de 2024
Actividades Internacionales

El Sr. Maouelainin Ben Khalihanna Malaiinaine, Secretario General del Consejo Real Consultivo para los Asuntos Saharauis ha pronunciado ante la Comisión de Relaciones Exteriores y la Comisión de Defensa del Senado Belga el 25 de abril de 2007, un discurso y cuyo texto íntegro viene a continuación:


Resumen
1-  Prefacio
2- Constitución y funciones del CORCAS
2-1- Reconciliación
2-2- Desarrollo de la zona del Sahara
2-3- Preparación del Proyecto de gobierno autónomo
     3- ¿Por qué la propuesta de gobierno autónomo?
     4- Orígenes de la crisis
     5- Imposibilidad de organizar el referendo
     6- Salida del atolladero


1- Prefacio
La crisis del Sahara Occidental no tiene nada que ver la liquidación del colonialismo,  ni supone ninguna culminación de un incompleto proceso de supresión del colonialismo,  sencillamente porque dicha cuestión había sido resuelta conforme a las requisitos de la legalidad internacional, establecidos al respecto en 1975, entre la autoridad colonial española, y el Reino de Marruecos, la parte legítima que reivindicaba la liberación de la zona, y según las modalidades en que se resolvían las cuestiones entre dos países vecinos, ya que el acuerdo fue registrado como un documento oficial ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. De este modo, cabe decir que el proceso de liquidación del colonialismo en Marruecos por España, pese a resultar largo y difícil, ha sido pacífico y ha reposado sobre la negociación. 
A decir verdad, la crisis del Sahara Occidental es un problema político interno marroco-marroquí y afecta, concretamente, a los saharauis. Es un problema que ha cobrado una dimensión regional y, posteriormente, internacional en un contexto de guerra fría. De este modo, y para poder resolver este espinoso problema se ha creado el Consejo Real Consultivo para los Asuntos Saharauis.

2- Constitución y funciones del CORCAS
El texto que instituye la creación del Consejo Real Consultivo para los Asuntos Saharauis establece que el CORCAS participa, junto con Su Majestad el Rey, en todas las cuestiones relacionadas con la defensa de la integridad territorial  del Reino, y en la realización y promoción del desarrollo socioeconómico de la zona del Sahara y la salvaguarda de su identidad cultural.

El Consejo del CORCAS ha procurado en su formación respetar la representación numérica de todas las tribus Saharauis, a la vez que ha atendido a la representatividad de las distintas generaciones de jóvenes,  ancianos y  mujeres.

Las tres funciones principales del Consejo del CORCAS son:
2-1- La reconciliación

Se ha procedido a la reconciliación entre los propios saharauis, y entre ellos y la Administración marroquí. Esta iniciativa se integra en el marco de un proceso de reconciliación general que Marruecos viene emprendiendo. Buena prueba de ello, es el hecho de que Su Majestad el Rey,  desde mayo de 2006 y a raíz de la creación del CORCAS, haya decretado una amnistía total para 46 detenidos políticos que estaban en prisión.
Hoy por hoy, todas los ciudadanos gozan de libertad de expresión, incluidos los partidarios de la tesis separatista. Del mismo modo, un grupo de activistas separatistas que abogan por la separación en los países de Europa y  América o en cualquier otro lugar, tienen garantizado su derecho a la libre circulación por el Reino, en su salida y entrada a Marruecos, a sabiendas de que algunos miembros de este grupo no tienen ningún vínculo con la zona.
El único límite establecido para ello, tal como ocurre en todos los países democráticos, se cifra en no cometer actos de violencia y en no atentar contra los bienes del Estado y de los ciudadanos, cosa totalmente inherente a un país como Marruecos, un país abierto y reconciliado consigo mismo, un país pluralista y democrático.
Veamos lo ocurre en la otra parte, donde nos encontramos con una organización político-militar, omnipotente, mono-doctrinal, y de estructura única que ejerce su poder en los campamentos de Tinduf de manera férrea y controla los fondos de las ayudas alimentarias. El Polisario, por tratarse de un movimiento totalitario, sólo sabe resolver sus discrepancias con los otros valiéndose de la fuerza, y a veces de la aniquilación física y como tal, no está habilitado para dar lecciones en materia de derechos humanos.
Por otro lado, cabe señalar que únicamente los mandos del Polisario tienen derecho a controlar la distribución de las ayudas humanitarias donadas por el Programa Alimenticio Internacional, por el Alto Comisionado de Refugiados y, por  las ONGs internacionales.
En semejante situación, ¿cómo podemos hablar de representatividad, a menos que concibamos que un verdugo pudiera representar a su propio detenido? Pese a ello, y merced al espíritu de reconciliación que nos anima, tendemos la mano a nuestros hermanos y primos, y obviamente a nuestros ciudadanos.

 2-2- Promoción de la zona del Sahara
 El Consejo desempeña también un papel clave en la promoción y elaboración de los proyectos de desarrollo socioeconómico en la zona del Sur, y en su supervisión y acompañamiento hasta llevarlos a su buen término.
En este sentido, el CORCAS propone a Su Majestad el Rey las soluciones susceptibles de resolver los problemas y de superar los obstáculos, muchas veces causa de cierto malestar social,  que los separatistas aprovechan para reforzar sus reivindicaciones.

2-3- Preparación del Proyecto de gobierno autónomo
Una de los cometidos más difíciles que el Consejo del CORCAS ha asumido consistió en la preparación del Proyecto de autonomía. Para ello,  el Consejo organizó una reunión extraordinaria a lo largo de tres jornadas a partir del 26 de mayo de 2006. Las reuniones y conversaciones e intercambio de puntos de vista duraron seis meses y los trabajos se mantuvieron hasta diciembre de 2006.
De este modo, el CORCAS ha tenido varias reuniones en todas las ciudades y poblaciones del Sahara para explicar la nueva política del Reino y para atender a las quejas de los Saharauis en un clima de libertad y de transparencia absolutas.
Igualmente, se organizaron visitas de trabajo a países líderes en materia de política regional y de autonomías, sobre todo a España, Francia y Bélgica.
Así, el proyecto de gobierno autónomo que fue sometido a Su Majestad el Rey el 6 de diciembre de 2006 constituye el fruto de todas estas actividades y esfuerzos. Se trata de un proyecto revolucionario para un país como Marruecos  y,  se integra perfectamente en el marco de las grandes obras iniciadas por Su Majestad el Rey desde su acceso al trono.
No debemos olvidar que Marruecos, por ser una de las naciones más arraigadas y vetustas, dispone de un profundo patrimonio en materia de centralización, que se fortaleció aún más con la cultura de la administración colonialista, en tiempos del protectorado francés.
Este carácter convierte al proyecto de autonomía en un proyecto revolucionario en el mundo árabe, islámico y africano, a la vez que incorpora a Marruecos a la lista  los países más democráticos, ya que nuestro proyecto de autonomía  en el Sahara puede equipararse perfectamente con otros idénticos en países como España, por ejemplo.
Por otro lado, el proyecto de autonomía no es una solución elaborada precipitadamente y apremiada por el tiempo para fines propagandísticos,  en plena situación de crisis. La iniciativa marroquí persigue como objetivo negociar, encontrar una salida satisfactoria y cerrar ya el expediente de la crisis ya que, además de ser una iniciativa seria y destinada a todos los saharauis,  estén donde estén, constituye un proyecto que se enmarca dentro de un profundo proceso de reforma, un proyecto global para la sociedad, lanzado desde su acceso al trono por un sagaz y valiente monarca joven, y cuya implementación la supervisa en persona.
En este contexto, se emprendió el proyecto de ampliación de las libertades y de resolución del expediente de las violaciones de derechos humanos en el pasado a través de medidas transitorias de equidad. También la cuestión de los derechos políticos ha evolucionado de manera significativa, a través de importantes proyectos llevados a cabo con vistas a una gran reforma institucional, y concretamente con la reforma del Código Penal y con la resolución de todos los casos de violación de los derechos humanos, sin ningún tipo de tabúes o restricciones.
Cabe aludir a la reforma de la Mudawwanah, o Código de Estatuto personal, que ha permitido alcanzar la igualdad entre la mujer y el hombre en materia de matrimonio, divorcio y responsabilidad familiar, y que ha contribuido a mejorar la situación de la mujer y a dispensarle un trato más ecuánime en la sociedad. Del mismo modo, con la iniciativa nacional de desarrollo humano el eje social y económico ha quedado abierto ante los ciudadanos.
El Proyecto del Reino de Marruecos para la concesión de la autonomía al Sahara constituye el tercer eje dentro de esta política; pues resulta evidente que los ciudadanos saharauis se benefician, al igual que los demás ciudadanos marroquíes¸  de los ejes indicados arriba. Ahora bien, los rasgos  específicos de la zona del Sahara, sumados a la voluntad nacional de ampliar el área de las libertades, concretamente en esta zona,  en comparación con la zona central, constituye el marco en virtud del cual se ha concebido la iniciativa marroquí de autonomía. Dicha iniciativa fue concebida en medio de un espíritu democrático que ha marcado las consultas y participación de los ciudadanos implicados en la elaboración del Proyecto.
De este modo, los saharauis se enfrascaron en largas discusiones a través de sus representantes en el Consejo Real Consultivo para los Asuntos Saharauis acerca de la forma y fondo contenido de esta autonomía. Evidentemente, sus debates estuvieron en el origen de la iniciativa, amén de las amplias consultas tenidas con los partidos y las organizaciones de la sociedad civil,  etc.

3- ¿Por qué esta propuesta de autonomía?
La pregunta resulta legítima, habida cuenta de que tiene lugar en un territorio marroquí, donde la mayoría de los ciudadanos, sobre todo, los saharauis, se muestran unánimes en torno a la integridad territorial del Reino y manifiestan su lealtad para con el Soberano marroquí.
Militarmente hablando, la cuestión del Sahara ha sido zanjada a favor de Marruecos, mientras que la otra parte que vive descompuesta,  sin ninguna  capacidad para volver hoy en día al enfrentamiento bélico.
Ahora bien, hay dos importantes razones que han movido al Reino de Marruecos a presentar esta iniciativa. La primera emana de los valores humanos y de la apremiante situación humanitaria, particularmente porque el Estado y la Nación quieren asumir sus obligaciones para con todos los ciudadanos. Nos referimos esencialmente a los saharauis que viven en Tinduf, los cuales se encuentran en una situación que les impide optar individualmente por el retorno a su patria,  ya que ante la escasez material y la necesidad de no jugarse el pellejo, se ven en la obligación de someterse a los mandos anquilosados y viejos del Frente Polisario.
Esta difícil situación que viene persistiendo desde hace más de 30 años ha supuesto que dos generaciones no hayan conocido otra cosa más que sufrir de este espinoso problema en los campamentos, a sabiendas de que buen número de los que fueron conducidos engañosa y capciosamente a Tinduf en 1975 han podido regresar a Marruecos o establecerse en Mauritania o emigrar a otros países como España.

En este contexto, y a pesar de que el número exacto de campamentos no es conocido por nadie, precisamente por la mano férrea ejercida por el Polisario y Argelia sobre tales campamentos, cuyo número lo tienen guardado como si fuese un secreto militar. Pues menos de la tercera parte de la población del Sahara se reparte entre los campamentos de los retenidos, España y Mauritania, mientras que las estimaciones de Minurso señalan, en el marco del censo realizado entre 1997 y 2001,  que más de los dos tercios de los saharauis se apegan a su madre patria, Marruecos, y que viven sobre su territorio.
La segunda razón es de corte político y estratégico, puesto que la zona del Sahel, en las entrañas del Sahara donde se encuentran los campamentos de Tinduf, se ha convertido en una zona peligrosa puesto que abarca una extensísima superficie (más de 3 millones metros cuadrados) repartida entre varios países, y caracterizada peculiarmente por ser el lugar de  tránsito e implantación de varias mafias y redes criminales.
Las mafias que trafican con las personas trasladan a sus víctimas, los candidatos para la emigración  a través de la zona del Sahel. Buena prueba de ellos son los relatos de los emigrantes que dejan constancia de cómo dichos candidatos caen en manos de las mafias a lo largo del desierto del Sahel.
Así, muchos de los grupos disidentes en los países de la zona tomaron,  desde hace mucho tiempo, la zona del Sahel como refugio, precisamente porque la posibilidad de movimiento es más amplia, fuera del control y del alcance de sus respectivos países.
Desde la aparición de Al Qaeda y su afincamiento en la zona, dichos grupos se dedican al narcotráfico y al tráfico de armas. Y así, los grupos terroristas que aterrorizan a Argelia forman en la actualidad el núcleo de dicha amenaza establecida en la zona del Sahel.
En este sentido, traemos a colación las palabras del Enviado especial del Secretario General de las  NN.UU. que recoge el ex Secretario General Kufi Aanan en su informe del 19 de abril de 2006: "El mantenimiento de la presente crisis fomenta la aparición de la violencia, la cual no conducirá a la independencia del Sahara Occidental, y más bien condenará a otra generación de saharauis a vivir en los campamentos de Tinduf¨.
Por encima de estos argumentos inherentes a la lógica y a los datos objetivos, tenemos igualmente el argumento de la legalidad internacional reconocida por los Organismos internacionales y por los informes de los Secretarios Generales de las NN.UU. los cuales, reclaman desde hace tiempo a las partes implicadas en el conflicto que se sienten en torno a la mesa de negociaciones y hagan las propuestas susceptibles de permitir avanzar en la resolución del expediente.
 
Precisamente, esto fue lo que el Reino de Marruecos ha presentado al proponer negociar su propuesta de autonomía en el Sahara como una solución palpable que abre nuevos horizontes para alcanzar una solución ecuánime, justa y aceptable.


 4- Orígenes  de la crisis
 4-1- Formación e historia del conflicto
Conviene esclarecer la compleja situación con que se enfrentó Marruecos mientras estaba colonizado para entender mejor las razones que han dado lugar a este callejón sin salida, y la evolución que nos llevó a la actual situación. Antes de ser colonizado y de imponerle el protectorado, Marruecos era un país independiente y unificado y gozaba de una soberanía total. El Sahara pertenecía a la soberanía marroquí, y no había, en aquel entonces, ninguna identidad en el Sahara separada de Marruecos.
El sultán de Marruecos ejercía su autoridad nombrando a algunos responsables, como los caídes o sus representantes personales. Los documentos disponibles existentes dejan perfecta cuenta de que cada vez que una fuerza extranjera intentaba entrar en el Sahara o cuando algunos de sus súbditos caían prisioneros, el Sultán de Marruecos resolvía los problemas con dicha fuerza.
Las negociaciones se llevaban a cabo a través de la mediación de embajadores, hecho que se puede comprobar perfectamente en los documentos públicos marroquíes y extranjeros. Estos documentos que se encuentran en Rabat, París, Londres, Madrid, Lisboa y Berlín lo demuestran sobradamente. Basta recurrir a ellos y consultarlos para cerciorarse de la soberanía ejercida siempre por Marruecos sobre la zona del Sahara

Con el colonialismo, la cuestión iba tomando un cariz más complejo ya que de acuerdo con la Conferencia de Berlín de 1884, Marruecos fue dividido en tres zonas: las fuerzas internacionales en Tánger, zonas separadas acordadas al Protectorado español y repartidas entre el norte y el sur y,  el Protectorado francés en la parte central del país.
El proceso de descolonización con ambas potencias, Francia y España, ha seguido dos procesos diferentes:
La parte bajo protectorado francés fue recuperada de una sola vez en 1956
Pero con España, el proceso de descolonización fue largo y difícil, pero siempre en un marco pacífico marcado por el diálogo y la negociación.
Los territorios bajo Protectorado español estaban repartidos entre el norte, la parte central y el sur. Así en etapas sucesivas fueron recuperados: el Norte en 1956, Tánger en abril de 1956, Tan Tan y Tarfaya en 1958, Sidi Ifni en 1969 y el Sahara en 1975.
El actual problema se gestó en el período de tiempo que separaba entre la recuperación de Sidi Ifni y la del Sahara. La liquidación del colonialismo no puede ser reducirse  a simples acuerdos entre entidades emergentes y otras ocupantes racionales. Pues, sobre el terreno hay gentes que tenían sus reivindicaciones, y en el caso de Marruecos, había personas que reclamaban la recuperación de todos los territorios nacionales. Había ciudadanos marroquíes en el Sahara que pertenecían al ejército de liberación nacional de la zona austral, y entre ellos contaban con padres de una treintena de jóvenes que más tarde formarán el Polisario en 1973 en Mauritania.

Estos combatientes fueron apartados en aras de la integridad territorial, los cuales intentaron completar la independencia de Marruecos desde el Norte hacia el Sur después de una resistencia heroica contra una operación conjunta entre las fuerzas franco-españolas, llamada confidencialmente “operación ICOFION”.
Era una operación conjunta con Francia que ocupaba en aquel entonces Argelia y Mauritania, y que tras percibir que la acción del ejército de liberación marroquí suponía una amenaza seria para sus propiedades en el Norte de África, procedió a trasladar a los combatientes saharauis junto con sus familiares, así como a buena parte de sus tribus hacia la parte independiente de Marruecos.

 4-2- El Nacimiento del Polisario

En la zona de Tan Tan,  los jóvenes de estas familias no podían soportar el retraso registrado en la liberación de su región, por lo que intentaron durante 1971 y 1972 manifestarse para recordar tal situación.

Hicieron aquello en el contexto del momento, en que la Guerra fría y el movimiento progresista de la oposición interna y externa al Estado marroquí exigían una lucha por su propia existencia.
La gran paradoja de los años setenta fue que los jóvenes manifestantes en Tan Tan, los cuales contaban entre ellos con los fundadores del Frente Polisario, serían encarcelados a manos de estos, quienes intentarían dos golpes de Estado contra la autoridad central unos meses más tarde. Debemos aclarar aquí que estos jóvenes manifestantes que más tarde fundarían el Polisario estudiaban por aquel entonces en la Universidad de Muhammad V en Rabat.
En este contexto, Libia y Argelia pertenecían al bando de los países del Este, mientras que Marruecos era un aliado importante de Occidente. Los jóvenes manifestantes en Tan Tan que fueron sometidos a una tortura sistematizada y vejatoria en la cárcel, no entendían nada de lo acaecido, porque su único delito consistía en haberse manifestado para que Marruecos recuperase su Sahara.
Los más activos, pasaron a la acción y fundaron el Frente, y era natural para estos jóvenes establecerse en Argelia que, por aquel entonces, era  la meca de todos los activistas contra el imperialismo en África.
En aquel entonces, se inició el proceso destinado a  conferir un colorido regionalista al problema del Sahara
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4-3- El Partido de la Unión Nacional Saharaui
Por otro lado, y dentro de  la misma patria de Marruecos, había otros jóvenes que vivían de modo distinto una experiencia similar, pero en sentido contrario, es decir, en el sentido de promover la unión. Todos estos jóvenes nacionalistas pertenecían a los mismos grupos tribales, al igual que sus homólogos.
Las autoridades imperialistas españolas pensaban que podían utilizarlos para crear una entidad separatista en el Sahara. Mientras tanto, estos jóvenes congregados en una formación llamada el Partido de la Unión Nacional Saharaui, a los que pertenecen miembros del actual CORCAS, particularmente su líder y Presidente, Khalihanna Ould Errachid, no oían más que la voz de la unidad nacional tal como la  vivieron sus padres, y tal como los vieron reclamar y defender.
 
Entonces se fueron al norte del país para participar en el esfuerzo nacional de defensa de la unidad de su país de siempre, Marruecos. Así, el Sr. Khalihanna Ould Errachid manifestó su pleitesía y la de los Saharauis a Su Majestad el Rey Hasan II en 1975.

4-4- La recuperación de la zona del Sahara
Durante este tiempo, Marruecos intentó dar un paso nuevo, idéntico al que  solía dar hacia España para recuperar la parte austral de su territorio. Esta vez, Su Majestad el Rey Hasan II dio un paso anterior al suyo, con recurrir al Tribunal Internacional de Justicia de la Haya y plantear dos preguntas:
 
1- ¿Acaso era el Sahara denominado español una tierra vacía?
2- y si no es así, ¿cuáles fueron sus lazos con el Reino de Marruecos?
 
Las respuestas  a estas dos preguntas fueron positivas para Marruecos:
 
1- No, esta tierra no era una tierra vacía
2- Hubo un vínculo jurídico de pleitesía entre el Sultán y las tribus nómadas de esta región. Así, tanto para Marruecos como para España, las respuestas a las dos preguntas fundamentales eran lo suficientemente claras como para considerar que lo importante ya se había dicho. Marruecos se sentía fuerte con el respaldo aportado por la sentencia del Tribunal Internacional de Justicia, pero ante la intransigencia de las autoridades españolas, procedió a lanzar la Marcha Verde que le ha permitido recuperar los territorios saharauis sin ningún tipo de enfrentamientos, y posteriormente, tener negociaciones y llegar a un acuerdo para cerrar este expediente de colonialismo, y por ende ratificar el acuerdo alcanzado.

4-5- El inicio de la guerra
En aquel entonces, no hubo ninguna manifestación contra la llegada de la Autoridad marroquí, ni ninguna intervención de las milicias. Una sola acción va a marcar esta etapa: miles de personas reunidas cuidadosamente por el Polisario para unas manifestaciones, se verán traslados a Tifarti en el Bir de Lhlou en Tinduf donde los campamentos ya habían sido preparados previamente.
Libia y Argelia eran los dos principales aliados del Bloque del Este en aquella intensa etapa de guerra fría en el África Septentrional.
Por eso, Libia procedió a la financiación y dotación al Polisario con las armas más desarrolladas de aquel momento,  y que ciertos ejércitos regulares de algunos países en vías de desarrollo no tenían.
Argelia, encabezada por el presidente Houari BouMediane respaldaba al principio del conflicto los derechos legítimos de Marruecos ya que BouMedian declaró públicamente su apoyo a Marruecos para recuperar su región sureña en la cumbre árabe de 1974
Pero posteriormente BouMediane va a cambiar de actitud, a raíz de los problemas fronterizos que surgieron  entre Marruecos y Argelia. Por ello,  contribuyó a la creación de la República Árabe Saharaui Democrática, entidad ficticia, en 1976, antes de enarbolar totalmente la antorcha de financiar y hacerse cargo del Polisario, después de que Libia hubiese dejado de apoyar al  Frente en 1983.
A escala internacional, y debido al conflicto existente entre los dos bloques, la cuestión del Sahara trascendió su dimensión regional para cobrar un alcance internacional bajo los efectos de la guerra fría.
Se trataba de calcular la gravedad de la situación en su justo término y así, reducir el efecto del conflicto sobre la seguridad y estabilidad del Mediterráneo.

4-6- La actitud de las autoridades argelinas
   Argel, la capital, tomó el relevo. La guerra fue declarada en 1976 y se mantuvo hasta 1991. Pero a finales de 1989, Argelia empieza a debilitarse sobre el terreno, justo después de octubre y noviembre, fecha en que tuvieron lugar los últimos combates importantes, pues el cinturón de seguridad, construido por  Marruecos, contribuyó sobremanera a hacer que el Sahara fuese más seguro.

Obviamente, no era nada extraño que el fin de las operaciones militares y la consolidación de esta situación de callejón sin salida en que se encontraba el Polisario,  coincidiese con el derrumbe del Muro de Berlín, el acontecimiento más relevante y emblemático que suponía el fin de la guerra fría.
Cabe señalar que a lo largo de este prolongado proceso que viene durando el conflicto del Sahara, los observadores, que mantenían una postura objetiva y neutral, veían que toda acción positiva adoptada por Marruecos para tranquilizar la situación, era rechazada de manera sistemática por Argelia que, a su vez, adoptaba una acción contraria, y como tal entorpecía y obstruía el derecho de Marruecos sobre su Sahara
En 1975, al organizar Marruecos la Marcha Verde, la respuesta de Argelia fue echar a 52.000 marroquíes que habían participado en la liberación de Argelia, un contingente que, hasta ahora, sigue reclamando su indemnización por los daños sufridos.
Tras la desaparición del colonialismo en el Sahara  y su retorno a Marruecos en 1975, Argelia, valiéndose del máximo número de habitantes de  Tinduf y sin molestarse para nada en consultarlos y atender a la voluntad de los habitantes saharauis,  contestó declarando la creación de la República Saharaui, una entidad creada sin legitimidad internacional alguna, una entidad que de hecho no existe más que en el territorio argelino y a través de internet.
Y cuando Marruecos aceptó en 1981 en Nairobi, en la persona de Su Majestad el Rey Hassan II, la organización del referendo de autodeterminación, las autoridades de Argelia respondieron con el ingreso de manera dolosa a la República Saharaui en la Organización de Unidad Africana.
Y cuando Marruecos aceptó el I Plan Baker, Argelia lo minó con la propuesta de división del Sahara
Últimamente, cuando Marruecos elaboró su iniciativa para la autonomía en el Sahara, las autoridades de Argelia no escatimaron esfuerzo para echarla bajo y así, presentaron otra propuesta contraria que no aporta nada nuevo para resolver el conflicto y satisfacer a todas las partes y cuyo objetivo único es meter cizaña e inducir a confusión a la opinión pública mundial. En este contexto, cabe recalcar de paso el interés que vienen acordando las capitales del Este y del Oeste al Proyecto de autonomía propuesto por Marruecos.
En la actualidad, solicitamos de Argelia, el país hermano, amigo y vecino de Marruecos,  que se sirva estrechar la mano que se le ha tendido, precisamente para propiciar la reconciliación entre todos los saharauis, convencer al Polisario, adoptar una postura más flexible, y observar la neutralidad que pregona en sus discursos dirigidos al pueblo argelino o al pueblo marroquí y demás pueblos del mundo, donde los responsables argelinos proclaman a bombo y platillo que “Argelia no está involucrado, porque ni reclama nada ni tiene nada que aportar”
   De este modo, Argelia habrá correspondido entre lo que dice y lo que hace, y consecuentemente habrá contribuido a resolver la cuestión del Sahara

5- Imposibilidad de organizar el referendo
Tras el acuerdo de alto el fuego en 1991 y tras aceptar Marruecos,  en 1981 en Nairobi, organizar un referendo para poner fin al conflicto del Sahara, la ONU empezó con los preparativos necesarios para la etapa decisiva de determinación de  la identidad del cuerpo elector
Pero luego se comprobó que la determinación de la identidad era algo imposible, precisamente por las continuas trabas que el Polisario ponía, el cual rechazaba de modo sistemático la determinación de la identidad de la población del Sahara, a su aceptación de los criterios de determinación de la identidad, establecidos previamente por el Secretario General de las NN.UU.
En este sentido, debemos saber que la ONU nunca había podido organizar un referendo basado en el proceso de determinación de la identidad desde la institución de las NN.UU. en 1945.
Para la organización de tal consulta era necesario determinar la identidad de todos los habitantes saharauis, independientemente del lugar en que vivan. Y aquí, las circunstancias del censo realizado por el colonialismo y las consecuencias del mismo durante el proceso de descolonización han complicado aún más la situación.
Durante la conferencia de Berlín en 1884, las fronteras de las futuras colonias que serán ocupadas por las fuerzas colonialistas participantes, fueron trazadas milimétricamente.
Las Oficinas de los mandos franceses y españoles plasmaron los acuerdos en  los mapas, atendiendo únicamente a las áreas geográficas, y descartaron totalmente los aspectos humanos y sociales.
Como consecuencia de esta situación, las tribus, e incluso las familias, se encontraron repartidas entre varios países cuyas tribus saharauis comparten el mismo espacio vital y natural, concretamente Marruecos, Argelia, Malí y Mauritania.
Y para que el referendo basado en la determinación de la identidad de las tribus tenga sentido y para que sea democrático, resulta necesario organizarlo entre todas las tribus en este amplio espacio.
En este caso, ¿cómo proceder? ¿Acaso hay que reunir a todas estas tribus en la parte del Sahara que corresponde a Marruecos? ¿Y hacer que los miembros de una misma familia puedan votar y privar a los demás del voto?
La única solución,  justa y democrática que respeta de hecho los criterios jurídicos e internacionales consistía en unificar el histórico espacio geográfico  de las tribus, precisamente para permitir a todos los saharauis votar sobre todo su territorio.
El referendo hasta ese momento iba a ser íntegro, justo, democrático y ecuánime.
Y en las fronteras, si procedemos de este modo, nunca estaremos en la obligación de exigir saber “¿quién es quién?” y “¿a qué tribu pertenece?”
Pero para realizar esto, habría que invertir todas las fronteras reconocidas para  todos los países, anteriormente mencionadas. Dicho paso, además de ser algo imposible, sería una temeridad política que podría conducir a la zona hacia una inestabilidad que nadie, en el mundo,  desearía.
Durante más de 10 años, las NN.UU  han intentado superar las dificultades inherentes al problema.
Los sucesivos Secretarios Generales de las NN.UU., desde el Sr. Pérez de Cuéllar, intentaron hallar una salida satisfactoria a este embrollo con convocar a decenas de expertos de todo el mundo.
Las Organizaciones internacionales llegaron a la conclusión de que el referendo sobre la determinación de la identidad era imposible desde el punto de vista técnico y político.

6- La salida del callejón sin salida
Así pues, el callejón sin salida era total, y precisamente por esto, las NN.UU. se vieron en la obligación de explorar nuevas alternativas para llegar a una solución para el problema que  se seguía prolongando más de la cuenta.
El Secretario General de la NN.UU nombró al ex ministro de AA.EE. de EE.UU., James Baker como Represente especial suyo.
Tras realizar Baker varias negociaciones en la zona con todas las partes implicadas, presentó una primera propuesta como solución, conocida como el I Plan Baker que Marruecos aceptó, pero que fue rechazada por Argelia y el Polisario.
Más tarde, Marruecos rechazó el II Plan Baker, pero, esta vez, lo aceptaron Argelia y el Polisario.

Tras esta situación de igualdad observada por las NN.UU, se llegó a la conclusión de que la última alternativa radicaba en una negociación política entre las partes implicadas para sacar el conflicto del atolladero en que se encontraba.
En más de una ocasión, las NN.UU afirmaban que las partes implicadas en el conflicto deben iniciar las negociaciones con el fin de alcanzar una solución justa y ecuánime y aceptada por todas las partes.
Esto es lo que proponía Marruecos en un espíritu abierto y acorde con las resoluciones del Consejo de Seguridad y de las NN.UU.
El Polisario, respaldado por Argelia y movido por el mismo espíritu opositor de siempre, sometió al Secretario General de las NN.UU, el Sr. Ban Ki Moon, un documento que no aporta nada nuevo.
Pese a todo, y tal y como lo ha declarado el Presidente del CORCAS, el Sr. Khalihanna Oueld al-Rachid, durante su reunión extraordinaria: "Lo cierto es que los hijos de la zona, estén donde estén, en las provincias saharauis o en los campamentos  de Tinduf, e incluso los líderes del Frente Polisario llegarán a la conclusión de que la única solución factible para el conflicto del Sahara consiste en el proyecto de autonomía"

No se puede contemplar otra solución que sea satisfactoria para todas las partes. Este es el convencimiento profundo, justo y ecuánime que tiene todo saharaui, independientemente de las acciones de las NNUU y de los elementos de que consta el expediente.
Tras 32 años de conflicto, los saharauis creen que no hay solución que pueda garantizar los derechos de todas las partes, y garantizar la paz y la ecuanimidad, fuera del plan de autonomía bajo la soberanía marroquí”.


Fuente :MAP
- Noticia relativa a la cuestión del Sahara occidental/Corcas-

 

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