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jueves, 25 de abril de 2024
Actividades Internacionales

Rabat, 26 abr - El presidente del Consejo Real Consultivo para Asuntos del Sahara (CORCAS), Khalihenna Ould Errachid mando una carta al Secretario General de la ONU, Kofi Annan, al Presidente y a los quince miembro del Consejo de Seguridad, en respuesta a la carta dirigida por el representante permanente de Argelia en la ONU al Secretario General, a raíz de la publicación del informe de este último sobre el Sahara.

En esta carta, Khalihenna Ould Errachid aclara algunos hechos y pone al descubierto algunas alegaciones contenidas en la carta del representante permanente de Argelia en las Naciones Unidas.

He aquí el texto de la carta del Presidente del CORCAS:

 

"Tuve conocimiento de la carta dirigida, el 24 de abril corriente, por el delegado permanente de Argelia ante las Naciones Unidas, en nombre del gobierno de su país, al Secretario General de la ONU en reacción a su último informe sobre la cuestión del Sahara, con fecha del 19/04/2006, con motivo de la visita del ministro de Asuntos Exteriores argelino a Nueva York.



En mi calidad de presidente del Consejo Real Consultivo para los Asuntos del Sahara (CORCAS) quiero aclarar algunos hechos y poner al descubierto algunas alegaciones contenidas en esta carta.  

Primero: La cuestión del Sahara ha sido arreglada de manera legal en aplicación de las disposiciones del derecho internacional a través del acuerdo de Madrid y del acuerdo de las partes en conflicto en aquel entonces, esencialmente Marruecos y España, conforme a los llamamientos continuos de las Naciones Unidas a ambos países, para emprender negociaciones directas con el fin de poner un término al conflicto que les oponía sobre el Sahara, como fue el caso antes para la región Norte de Marruecos y Tánger en 1956, Tarfaya en 1958 y Sidi Ifni en 1969.

Consideramos también que el problema del Sahara es una cuestión marroquí-marroquí a la cual se ha querido dar dimensiones internacionales por razones conocidas por todos, y en particular, por nuestra vecina Argelia.

Segundo: Me ha chocado profundamente la utilización de la expresión “potencia ocupante” en la carta del representante oficial de Argelia, porque considero que este calificativo no puede, en ningún caso, aplicarse a Marruecos, ya que nunca fue mencionado en ningún documento de las Naciones Unidas como país ocupante del Sahara. De igual modo, veo que este calificativo es incompatible con lo que dice Argelia a su pueblo y a los países del mundo, en la medida en que declara solemnemente que no es parte del conflicto del Sahara y considera que este diferendo ha de resolverse en el marco de las Naciones Unidas.

En esta circunstancia, el Consejo Real Consultivo para los Asuntos del Sahara quiere afirmar, claramente y con todos los medios posibles, al gobierno argelino hermano que el Sáhara no es un territorio ocupado y que sus habitantes, a los que tenemos el honor de representar, no son objeto de ningún tipo de ocupación. 

Tercero: La carta del delegado argelino señaló que el Consejo de Seguridad había adoptado el plan Baker, pero en realidad se trata simplemente de un apoyo condicionado expresamente por el acuerdo de ambas partes,  lo cual nunca tuvo lugar puesto que Marruecos, con todos sus componentes políticos, y en particular la población del Sahara rechazó categóricamente este proyecto nacido muerto. 

Cuarto: El CORCAS considera que el hecho de que la carta del delegado de Argelia califique el enfoque contenido en el informe del Secretario General de las Naciones Unidas de “desliz que Argelia no podría, en ningún caso, apoyar  o ratificar”, es una flagrante contradicción con la posición expresada  públicamente por Argel. 

Quinto: El apego de Argelia a un plan superado por los acontecimientos, siendo el único país que exige su ejecución, cuando su inaplicabilidad había sido demostrada política y técnicamente por las Naciones Unidas, induce la confusión y la estupefacción, porque todo el mundo sabe que las Naciones Unidas nunca organizó un referéndum basado en la identificación en ninguna parte del mundo.

Es de notoriedad pública que si queremos organizar un referéndum basado en la identificación y que sea honesto, justo y libre para el conjunto de las tribus, tal como viene en los documentos de las Naciones Unidas, es necesario que esta operación incluya demográfica y geográficamente a partes del suroeste de Argelia, del noroeste de Mauritania y del norte de Malí donde vive la mayoría de estas tribus, lo que es irrealizable y objetivamente inadmisible.

Por todas esas razones, el CORCAS considera que el apego a un plan inaplicable, es en realidad una voluntad inconfesada para hacer perdurar el conflicto y el actual estancamiento y es también una prueba de la ausencia de una ambición de hallar una solución permanente, definitiva y realista al problema del Sahara, contrariamente a las aspiraciones del conjunto de los pueblos del Margreb Árabe que anhelan la cooperación y la concordia, y contrariamente también a la voluntad de los propios saharauis y de todas las  personas animadas por la voluntad de poner fin a este conflicto y a los sufrimientos y la separación familiares que padece la población de los campos de Tinduf desde hace más de treinta años.”

 

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