"Esta iniciativa constituye la respuesta de Marruecos al deseo de la Comunidad internacional así como a los múltiples llamamiento del Consejo de Seguridad, del secretario general y de su enviado personal, con el objetivo de poner fin al estancamiento actual y alcanzar una solución definitiva al diferendo entorno al Sahara marroquí", declaró Sahel a la prensa al final de su reunión con Ban Ki-moon.
Fruto de un proceso de consultas democráticas, a los niveles local y nacional, con la contribución de los partidos políticos, esta iniciativa es "novadora, responsable y abierta", dijo.
"Por su contenido y su finalidad, tiende a permitir a todos los saharauis administrar democráticamente sus asuntos, en el respeto de la soberanía y la integridad territorial del Reino", añadió el diplomático marroquí antes de precisar que enriquecida con las consultas llevadas a cabo a nivel internacional, la iniciativa marroquí "se basa en las normas y los estándares internacionalmente reconocidos en materia de autonomía, en el respeto de la legalidad internacional y sobre la base de acuerdos conformes a los objetivos y principios de la Carta de Naciones Unidas".
"La iniciativa marroquí parte de un enfoque abierto, sincero y constructivo. Constituye una oportunidad única, que, gracias al compromiso de todos, es susceptible de favorecer, a través de la negociación, una solución definitiva al diferendo sobre el Sahara", explicó Sahel.
El diplomático afirmó que Marruecos considera que esta iniciativa ofrece "una oportunidad para la paz y perspectivas prometedoras para un futuro mejor, basado en la estabilidad, la seguridad, la democracia y la prosperidad del conjunto de los países del Magreb", y subrayó que el Reino considera que "la dinámica generada por esta iniciativa ofrece una oportunidad histórica para arreglar definitivamente este diferendo que duró demasiado".