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jueves, 25 de abril de 2024
Actividades Nacionales

Rabat, 21 abr. El presidente del CORCAS, Khalihenna Ould Errachid, ha dirigido un mensaje a las asociaciones de apoyo al "polisario" y a las ONGs en el que expresa la disposición de esta institución a emprender un "dialogo sincero" con estas asociaciones con el fin de "asentar las bases de una fructuosa cooperación".

He aquí el texto integro de este mensaje:

Señor Presidente de la Asociación

Estimado Señor,

Tengo el honor de dirigirme a usted y a los militantes de su honorable Asociación, en mi condición de Presidente del Consejo Real Consultivo para los Asuntos del Sahara (CORCAS), para expresar, en mi propio nombre y en nombre de los 141 miembros de esta institución, mis sinceros agradecimientos por la ayuda moral y material que aportan a nuestros hermanos en los campamentos de Tinduf.

Aprovecho esta ocasión para manifestarle la disposición del CORCAS (Consejo Real Consultivo para los Asuntos del Sahara) de emprender un sincero diálogo con su Asociación para asentar las bases de una fructuosa cooperación con la única intención de contribuir a encontrar un arreglo definitivo y pacífico al conflicto del Sahara y acabar una vez por todas con este problema que ha durado demasiado.

En el CORCAS (Consejo Real Consultivo para los Asuntos del Sahara), somos conscientes más que nadie de que el diálogo es la mejor vía para resolver conflictos y diferencias, cualquiera que sea su naturaleza. Y sobre todo, cuando se trata de un conflicto que opone a los miembros de una misma familia, como es el del Sahara.

 

Nuestra iniciativa sólo tiene por objetivo promover el diálogo y el conocimiento mutuo para permitir a los saharauis, a todos los saharauis, estén donde estén, vivir en paz y gozar de sus derechos básicos: la libertad y la dignidad y decidir de su futuro, sin presión alguna de cualquier parte.

Quiero que sepa Señor Presidente que nunca dudamos de la buena fe de su labor humanitaria a favor de los saharauis, que apreciamos muchísimo. Los saharauis, estén donde estén, en Laayun, en Tinduf, en Mauritania o en Europa, necesitamos su colaboración para hallar una solución equitativa a este problema, donde no haya ni vencedores ni vencidos. Desde esta institución, tendemos nuestras manos a todas las buenas voluntades para obrar juntos a la resolución de este problema, que se nutre de la incomunicación y de la falta de diálogo.    

    

El problema del Sahara no debe durar más. Tenemos que inspirarnos de las experiencias de los demás para acabar con este conflicto que sigue pendiente desde hace treinta años. Basta ya. Treinta años de conflicto es demasiado. Los saharauis ya no tenemos derecho a perder más tiempo en una lucha estéril y fratricida.

Lo digo con insistencia, los Saharauis ya no podemos aguantar más sufrimientos. La guerra sólo ha agravado la situación de los Saharauis y ha causado demasiados muertos, demasiados huérfanos. Estamos hartos de esta situación que sólo ha provocado la miseria y la separación de los hermanos.

Es urgente más que nunca conseguir una solución que preserve los intereses políticos, económicos, sociales y culturales de los Saharauis. Por más razón, todos los enfoques experimentados hasta ahora para el arreglo de este conflicto han fracasado. Nunca se arreglan los conflictos con la violencia.

Tampoco la opción del referéndum es viable, por la simple razón de que una consulta basada en la identificación no se puede realizar. Desde que existe, nunca las Naciones Unidas han conseguido organizar un referéndum basado en el único criterio de la identificación. El conflicto del Sahara es un asunto complejo. El fracaso de la ONU en organizar esta consulta es un dato revelador de la complejidad de la cuestión del Sahara. La incapacidad de la ONU de llevar a cabo este proyecto impone buscar otras vías para arreglar esta cuestión que opone a los miembros de una misma familia.

Los Saharauis, estemos donde estemos, formamos una misma familia, tenemos las mismas raíces y compartimos la misma cultura y las mismas tradiciones. Es casi imposible encontrar a un saharaui que no tiene familiares en los campamentos de Tinduf. Los lazos nunca se han cortado con nuestros hermanos en Tinduf y en las afueras.

     

Habida cuenta de las prerrogativas que le han sido atribuidas, el CORCAS (Consejo Real Consultivo para los Asuntos del Sahara), instalado por Su Majestad el Rey Mohammed VI el 25 de marzo de 2006 en Laayun y que se compone de los legítimos representantes de todos los componentes de la sociedad saharaui, es el interlocutor válido y representativo del conjunto de los Saharauis que viven en los territorios del Sahara, o sea los dos tercios de la población saharaui. El tercio restante vive en los campos de Tinduf, tal como ha sido comprobado por la MINURSO.

Desde nuestra institución, que se enorgullece de su credibilidad y su representatividad, estamos persuadidos de que la autonomía constituye el marco idóneo para arreglar este conflicto fraterno. Esta propuesta representa una oportunidad única para poner fin a la separación de las familias y permitirles reintegrar su patria.        

Los Saharauis queremos vivir en paz, como todos los ciudadanos del mundo, circular libremente. No queremos que nuestros hijos nazcan en fronteras cerradas, que crezcan en el odio de los demás. Queremos inculcarles los principios de libertad, de convivencia, de amor y de respeto al prójimo. Queremos también que se resurjan las verdaderas tradiciones de los Saharauis y se resuciten los antiguos valores de las tribus del Sahara basados en la solidaridad, el amor y la fraternidad. Queremos que se abran las fronteras con los hermanos argelinos y mauritanos, y con las Islas Canarias.

Los Saharauis tenemos que reconciliarnos entre nosotros para construir juntos un futuro próspero. Las generaciones futuras no nos lo perdonarán nunca. Sólo una amplia autonomía bajo la soberanía del Reino de Marruecos tal como lo preconiza Su Majestad el Rey Mohammed VI, puede garantizarnos todo esto: la paz, la seguridad, la libertad, la democracia y la dignidad.

Una autonomía que nos garantice completamente nuestros derechos políticos, económicos, sociales y culturales.

A este respecto, la experiencia de su país en el ámbito de las autonomías nos será muy útil para llevar con éxito este proyecto que garantiza los derechos de todos los protagonistas del conflicto saharaui. Contamos con la ayuda y la colaboración de su Asociación para lograr este ambicioso objetivo.

Permanezco a su disposición para escuchar cualquier propuesta o aclarar las dudas que puedan surgir.

Le saludo atentamente.

 

Firmado: Khalihenna Ould Errachid

Presidente del Consejo Real Consultivo para los Asuntos del Sahara (CORCAS)

 

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