Marruecos participa IV ronda negociaciones sobre Sahara animado por misma buena fe

 Marruecos participa en la cuarta ronda de negociaciones sobre el Sahara "animado por la misma buena fe, la misma determinación y el mismo sincero apego" a las resoluciones del Consejo de Seguridad y reitera su firme determinación de preservar su integridad territorial sobre el conjunto de su Sahara.
 
"Animada por la misma buena fe, la misma determinación y el mismo sincero apego a las Resoluciones 1754 y 1783 del Consejo de Seguridad, y de acuerdo con lo que se ha convenido en la tercera ronda de las negociaciones, la delegación del Reino de Marruecos participa en esta cuarta ronda, compartiendo así la firme voluntad de la comunidad internacional de velar para que esta nueva ronda constituya el punto de partida para negociaciones reales y sustanciales", afirmó el ministro del Interior, Chakib Benmusa, en una alocución pronunciada con motivo de la apertura de esta ronda que se celebra bajo los auspicios de las Naciones Unidas.

El ministro destacó que "Marruecos y la Comunidad internacional registran con un profundo pesar que las otras partes siguen acantonadas obstinadamente en sus posiciones rígidas y sus ideas caducas que introdujeron la cuestión del Sahara en el impasse. Peor aún, se dedicaron a poner en escena una +propuesta+ de última hora que no fue objeto de ninguna consulta democrática"

 El Reino constató "con sorpresa y asombro", que las otras partes eligieron deliberadamente recurrir a la escalada, amenazar con retomar las armas y emprender actos de provocación en la zona de amortiguación, en total violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad y en flagrante contradicción con el propio espíritu de las negociaciones e instigando a los disturbios, lamentó Benmusa.

El responsable marroquí subrayó, en este marco, que el Reino reafirma de nuevo que “no podría, de ningún modo, tolerar que se afecte al statu quo, o que se imponga el hecho consumado en su territorio, incluida la parte situada al Este del muro de seguridad” y está “firmemente determinado a preservar su integridad territorial sobre el conjunto de su Sahara, usando todos los medios de que dispone”.      

He aquí el texto íntegro de la alocución de Marruecos en la apertura de la cuarta ronda de las negociaciones con el +Polisario+ sobre el Sahara iniciadas hoy en Manhasset, cerca de Nueva York.

Loor a Dios, clemente y misericordioso,

Señor Enviado Personal del Secretario General de las Naciones Unidas,

Honorable asistencia,

Asalamu alaikum wa rahamatulahi wabrakatuh

Animada por la misma buena fe, la misma determinación y el mismo sincero apego a las Resoluciones 1754 y 1783 del Consejo de Seguridad, y de acuerdo con lo que se ha convenido en la tercera ronda de las negociaciones, la delegación del Reino de Marruecos participa en esta cuarta ronda, compartiendo así la firme voluntad de la comunidad internacional de velar para que esta nueva ronda constituya el punto de partida para negociaciones reales y sustanciales.

Marruecos procuró presentar su Iniciativa de autonomía con el fin de contribuir de manera constructiva a la búsqueda de la solución a la cual aspiran el conjunto de nuestros hermanos en el Sahara marroquí, donde vive la mayoría mientras que la minoría está expatriada. Es, por lo tanto, sobre la base de esta iniciativa audaz, y gracias a ella, que fue posible iniciar estas negociaciones. La iniciativa del Reino de Marruecos permitió, así, sacar el expediente del Sahara del estado de inercia en el que se encontraba durante numerosos años. Esta iniciativa, que no es el producto de maniobras de improvisación, fue presentada por Marruecos después de una madura y profunda reflexión que ha durado varios años. Resulta también de encuentros y consultas con todas las instituciones del Reino y las fuerzas vivas de la Nación, en particular, los jeques de las tribus, los cargos electos, los notables, los actores de la sociedad civil de las Provincias del Sur, así como con sus instituciones colectivas y la instancia consultiva que les representa. Es además objeto de una unánime adhesión por parte de todos los componentes del pueblo marroquí que, seguro de la legitimidad de sus derechos, está fuertemente movilizado gracias a la solidez de su frente interior, para defenderla al precio de los mayores sacrificios.

Dado que esta iniciativa se inscribe en el marco de la práctica democrática auténtica y respeta el principio de la autodeterminación, fue objeto de una consideración muy particular y de una acogida muy favorable, de las cuales somos orgullosos, por parte del Consejo de Seguridad, de la comunidad internacional y de las grandes potencias influyentes que llamaron a su adopción como base de negociación.

Así pues, en su Resolución 1754, el Consejo de Seguridad saludó los esfuerzos desplegados por Marruecos, calificándolos de serios y creíbles, y precisando que tienen por objeto ir en adelante para llegar a una solución definitiva del conflicto del Sahara. El Consejo fue aún más claro cuando, en su Resolución 1783, insistió en la necesidad de que estas negociaciones tengan en cuenta los esfuerzos que se desplegaron desde 2006. Es una referencia muy evidente a la iniciativa de autonomía que el Reino de Marruecos procuró concebir y elaborar durante el mismo año.

Partiendo de la sincera voluntad de nuestro país de entablar negociaciones efectivas, estamos plenamente dispuestos a exponer, detalladamente, los diferentes aspectos de esta Iniciativa, considerada como la única vía para llegar a un arreglo definitivo del problema del Sahara, proporcionar una salida honorable para todos y preservar la plenitud de los derechos que corresponden al conjunto de los saharauis, estén donde estén, aportando al mismo tiempo las garantías constitucionales e internacionales que se imponen a este respecto.

Sin embargo, Marruecos y la Comunidad internacional registran con un profundo pesar que las otras partes siguen acantonadas obstinadamente en sus posiciones rígidas y sus ideas caducas que introdujeron la cuestión del Sahara en el impasse. Peor aún, se dedicaron a poner en escena una "propuesta" de última hora que no fue objeto de ninguna consulta democrática, por lo cual no suscitó el interés de la Comunidad internacional. Pues dio lugar a una tentativa desesperada de ganar el tiempo, de diluir las negociaciones y hacer fracasar los esfuerzos de la comunidad internacional con el fin de cerrar el dossier del Sahara.

Señor Enviado Personal del Secretario General de las Naciones Unidas,
Honorable asistencia,

Marruecos vive al ritmo de importantes cambios para consolidar las bases de su democracia. Es en este espíritu que se organizaron elecciones libres y regulares, en las cuales participaron espontáneamente los habitantes del Sahara. Sus provincias del Sur conocen un desarrollo global y un importante desarrollo urbanístico, una dinámica que se caracteriza por el respeto total de las libertades públicas - incluida la libertad de expresión y de movimiento - así como por el ejercicio de los derechos humanos, tal como están reconocidos universalmente, en el marco de la supremacía de la ley, y esto a ejemplo de lo que ocurre en las otras provincias del Reino y en virtud de la Constitución del país que consagra el compromiso del Reino a  favor de estos derechos.

En este contexto, en el momento en que la iniciativa marroquí de autonomía recoge aún más apoyo, y cuando el Reino de Marruecos llama a los países de la vecindad a una verdadera cooperación regional que permite coordinar los esfuerzos y estrechar filas para hacer frente a los retos y a los peligros terroristas que amenazan la seguridad y la estabilidad de la región, constatamos, con sorpresa y asombro, que las otras partes eligieron deliberadamente recurrir a la escalada, amenazar con retomar las armas y emprender actos de provocación en la zona de amortiguación, en total violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad y en flagrante contradicción con el propio espíritu de las negociaciones e instigando a los disturbios.

Entre las últimas manifestaciones de estas belicosas tendencias, se destaca la muerte de un agente de seguridad caído como mártir durante el ejercicio de sus funciones, a raíz de la agresión criminal, premeditada y abyecta, de la que fue objeto por parte de un grupúsculo reclutado por las otras partes.

Reiterando su compromiso en pro del diálogo como medio civilizado que favorece el arreglo de los conflictos pendientes, Marruecos reafirma, como lo había hecho en la anterior ronda, su rechazo total de los actos de provocación y las actuaciones irresponsables.

En todo caso, el Reino de Marruecos reafirma de nuevo que no podría, de ningún modo, tolerar que se afecte al statu quo, o que se imponga el hecho consumado en su territorio, incluida la parte situada al Este del muro de seguridad. A este respecto, Marruecos está firmemente determinado a preservar su integridad territorial sobre el conjunto de su Sahara, usando todos los medios de que dispone. Se reserva también el derecho legítimo a defender su seguridad nacional y su soberanía inalienable y a prevenirla de todo ataque, por parte de cualquier parte.

Con el mismo vigor, Marruecos siempre ha expresado su rechazo a dejarse implicar en esta escalada arriesgada, demostrando la ponderación y la circunspección requeridas frente a estas amenazas y otras provocaciones repetidas. Ha hecho muestra también, en estos momentos críticos, de un elevado sentido de sabiduría y contención con el objetivo de ahorrar a la región del Magreb árabe los efectos funestos de la escalada de la tensión y los disturbios que algunas partes intentan atizar. Por eso, nuestro país no dejará de desplegar los esfuerzos necesarios para la emergencia de un clima de paz y confianza, propicio a toda negociación, lejos de la retórica de la amenaza y la intimidación. Nuestro país seguirá trabajando  incansablemente para llegar a una salida honorable a este conflicto, y para concebir y elaborar, en el marco de la legalidad internacional, una solución política donde no habría ni vencedor, ni vencido.

Señor Enviado Personal del Secretario General de las Naciones Unidas,
Honorable asistencia,

La región magrebí hace frente a la multiplicación de las amenazas terroristas y a la proliferación de las redes de contrabando, de tráfico de armas y seres humanos y de emigración ilegal. Estos actos son la obra de bandas criminales que explotan los desacuerdos artificialmente creados en la región, así como en el Sahel, en detrimento de la coordinación de los esfuerzos para hacer frente al terrorismo y garantizar la seguridad, la estabilidad, la unidad y la prosperidad de su pueblo.

Por eso, es imprescindible tomar conciencia de la gravedad de la situación, y que se actúe para superar las divergencias, con el fin de encontrar una solución política rápida a la cuestión del Sahara. Ésta representa, en efecto, el principal obstáculo a la emergencia de un Magreb árabe unido y solidario. Mantener esta situación no hará más que exacerbar la crisis actual, y mantener el clima de inestabilidad que los grupos terroristas pretenden perennizar para realizar sus innobles y criminales planes.

Para concretar la unidad magrebí, el Reino de Marruecos tiende de nuevo la mano, con sinceridad y confianza, al conjunto de los países de la región y les invita a la solidaridad y a la cooperación para hacer frente a estos retos, a abrir una nueva página que se caracteriza por la cooperación y el respeto mutuo, y a trabajar de concierto en el interés de nuestros pueblos.

A este respecto, saludamos la posición de la República hermana de Mauritania que constituye, con razón, un modelo de sabiduría y ponderación, sobre todo que se inscribe en una lógica de apaciguamiento en la región.

En cambio, constatamos con pesar que una de las partes persiste obstinadamente a obstaculizar el proceso de la ONU destinado a la búsqueda de una solución política, recurriendo, para ello, a todos los medios diplomáticos y otros, además de la congelación de la cooperación bilateral bloqueando, así, la unidad del Magreb Árabe.

Señor Enviado Personal del Secretario General de las Naciones Unidas,
Honorable asistencia,

Las Naciones Unidas ha abierto nuevas perspectivas, llamando a entablar negociaciones directas y de buena fe, y a obrar por encontrar una solución política mutuamente aceptable, teniendo en cuenta la correlación existente entre el derecho internacional y la realidad política. A este aspecto, destacamos que mientras que el camino hacia esta solución permanece arduo, las otras partes no desean el éxito de estas negociaciones, empujando, en cambio, a más radicalismo con la vana esperanza de enterrar la iniciativa marroquí, y de hacer perdurar la situación actual. Sin embargo, afirmamos que somos más determinados que nunca a obrar y a negociar para llegar a dicha solución.

Es hora que los representantes del polisario contribuyan, de manera seria, al arreglo consensual que responde a su deseo de poder administrar sus asuntos regionales, como lo quieren. Y es precisamente esto que les garantiza el Marruecos de la unidad y la democracia. Es este arreglo que les protege de toda hegemonía o toda explotación extranjera. Por eso, esperamos de ellos que muestren concretamente que son un socio capaz de asumir sus responsabilidades, realista en sus reivindicaciones y capaz de contribuir a la realización de la reconciliación.

Señor representante personal del Secretario General de las Naciones Unidas, en espera de su evaluación global de los resultados de las negociaciones, Marruecos alimenta grandes esperanzas para que las conversaciones que tuvo durante su gira en la región, que saludamos, contribuyan a convencer las otras partes de la necesidad de demostrar flexibilidad y sabiduría para sacar las negociaciones del impasse e iniciar un diálogo serio y profundo.

Por nuestra parte, estamos convencidos de que su experiencia y su control de los expedientes internacionales espinosos, les ayudarán a allanar las dificultades y a superar los escollos, por poco que la otra parte esté animada de buena fe y liberada del yugo del pasado. De esta menara, se podrá hacer avanzar las negociaciones, y alzarlas a un nivel de seriedad conforme a las expectativas de la comunidad internacional, permitiendo reservar un tratamiento positivo a la propuesta marroquí. La solución realista, honorable y equitativa para todos, sólo puede concebirse en el marco de autonomía, toda la autonomía, y nada más que la autonomía.

Por esta razón, estamos convencidos totalmente de la imposibilidad de llegar a un arreglo definitivo de este conflicto, sin la adhesión de Argelia al proceso de paz, tanto es fundamental el papel que puede desempeñar para allanar los obstáculos y acercar a las opiniones. A este respecto, dirigimos de nuevo una llamada sincera a nuestros hermanos en este país vecino, exhortándoles a aprovechar esta ocasión histórica, para pasar página del pasado. Les invitamos urgentemente a compartir la ambición que anima a nuestros pueblos para construir un mejor futuro, en el cual podrán dedicar sus energías a la concretización del sueño del Magreb unido y pacífico, permitiéndoles realizar sus objetivos de desarrollo y vivir su ciudadanía dignamente plena y completa, en vez de la dilapidación de sus recursos y sus potencialidades en contenciosos que sólo sirven la hegemonía y la balcanización.

La delegación del Reino de Marruecos desea, para concluir, decir cuánto se congratula por los esfuerzos sinceros que despliega las Naciones Unidas para dar a estas negociaciones su verdadera dimensión, y para hacer culminar el proceso de arreglo. Marruecos dirige también sus vivas gracias a Su Excelencia Don Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas, y al Secretario General adjunto para Asuntos políticos, Su Excelencia Lynn Pascoe, así como al Enviado Personal del Secretario General, Don Peter Van Walsum, a sus próximos colaboradores, a los órganos de las Naciones Unidas y a todos los países hermanos y amigos, que despliegan esfuerzos con el fin de llegar a una solución política consensual, justa y definitiva a la cuestión del Sahara.