En el marco de la búsqueda de una solución definitiva al desacuerdo del Sahara, Marruecos, siempre, ha inscrito su acción en el marco de la legalidad internacional, en estrecha cooperación con las Naciones Unidas, con la preocupación constante de preservar la paz y la estabilidad en la región del Maghreb.
Desde el principio del proceso, Marruecos demostró un apoyo constante a los esfuerzos del Secretario General de las Naciones Unidas y de sus Representantes Especiales y ha manifestado su determinación y su compromiso en favor de una solución pacífica de este contencioso regional.
Desde 2001 y ante el acta probada de la no-aplicabilidad del plan de arreglo, los esfuerzos del Secretario General y su antiguo Enviado Personal, Sr.J. Baker, se concentraron sobre la búsqueda de una solución política, definitiva y mutuamente aceptable, en cooperación con todas las partes.
Marruecos apoyó esta nueva orientación y ha hecho de ella el elemento determinante para la búsqueda de una solución susceptible de poner un término a este contencioso que envenena las relaciones Marroco-argelinas y obstaculiza la edificación del Maghreb Árabe.
Marruecos aboga sin ambigüedad una solución política consensuada, de carácter definitivo, consistente en una autonomía que garantiza a las poblaciones sahraouies el derecho de auto-gerencia democrática en el contexto de la soberanía nacional.
Marruecos considera que la solución por la autonomía permitirá a las poblaciones sahraouies liberar sus energías y contribuir plenamente al desarrollo de la región y al avance del proceso de democratización del país.
Esta visión que se inspira de las experiencias logradas por nuestra vecindad geográfica y cultural inmediata, favorece y consagra la vía de la modernidad, de la democracia y de la legalidad internacional, lejos de toda veleidad de balcanización.
El resultado de tal solución que mira hacia el futuro, constituye un elemento esencial para la estabilidad, la seguridad y el desarrollo de la región del Mediterráneo y del Maghreb.
La realización de esta solución facilitará la construcción del Maghreb y permitirá a los cinco países que componen la UMA de hacer frente, juntos, a los retos del desarrollo, de la seguridad y de la integración económica.
Un Maghreb fuerte y unido podrá integrarse en la asociación con la OTAN y la OSCE y aportar una contribución más sustancial a los esfuerzos de las Organizaciones regionales y de la Comunidad internacional para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, en el Mediterráneo y en otros lugares.
Proceso de recuperación de la Integridad territorial de Marruecos
El Reino de Marruecos ocupa en la historia de la colonización, como en el proceso de descolonización, una situación singular que se distingue del esquema habitual.
En efecto, y debido a su posición geográfica a las puertas de África y a la confluencia del Mediterráneo y del Atlántico, Marruecos fue, durante siglos, objeto de las codicias extranjeras, especialmente europeas. Éstas comenzaron en la segunda parte del Siglo XIX con la ocupación de un contador por España en 1884 al extremo sur del país, chalet Cisneros (Dakhla), seguido de la conclusión entre potencias europeas de acuerdos secretos para repartir las zonas de influencia y de ocupación en Marruecos que culminan con la Conferencia de Algeciras(1906) y el establecimiento del protectorado (1912)
Por ello en 1912, el territorio marroquí se encontró repartido entre varias zonas de ocupación:
• La zona del Centro bajo protectorado de Francia
• La zona Norte, bajo protectorado de España
• Sakkiat EL Hamra, Ued Eddahab, las ciudades de Tarfaya y Sidi Ifni bajo tutela de España
• La zona internacional de Tánger confiada a un Consejo compuesto de 12 potencias extranjeras
Cuarenta y cuatro años después, Marruecos empieza a recuperar, poco a poco por medios de acuerdos internacionales negociados, su integridad territorial.
En 1956, Francia y España retrocedieron a Marruecos las zonas del Centro y del Norte y la zona de Tánger volvió a la soberanía marroquí.
A partir de este año, y dado cuenta del mantenimiento de la presencia española en las ciudades del Norte y del Sur del país, Marruecos y España, preocupados de desarrollar relaciones de buena vecindad, decidieron adoptar la concertación y la negociación como medio privilegiado para arreglar el contencioso territorial.
En virtud del acuerdo de 1958, España retrocede a Marruecos la ciudad de Tarfaya , el Acuerdo de 1969, permitió la vuelta de Sidi Ifni y el Acuerdo de Madrid de 1975 marcó el final de la presencia española en el Sahara y finalmente la reintegración de todas las provincias saharianas en Marruecos a partir de 1979.
Todos estos Acuerdos se negociaron entre Marruecos y España.
El Acuerdo de Madrid del 14 de noviembre de 1975 fue concluido entre España, Marruecos y Mauritania tras el dictamen consultivo emitido por el Tribunal Internacional de la Justicia de La haya ,el 16 de octubre de 1975 sobre el Sahara occidental y el lanzamiento por Su Majestad Hassan II, el 6 de noviembre de 1975, de una marcha pacífica "la marcha verde" para marcar el compromiso del pueblo marroquí con la recuperación de su integridad territorial.
Desde el principio Argelia se opuso a este proceso
Los esfuerzos de Marruecos para la solución pacífica de la cuestión del Sahara
A pesar de esta situación, Marruecos siguió demostrando su compromiso para una solución pacífica y llegaba hasta proponer, en 1981, a la Cumbre de la Organización de la Unidad Africana en Nairobi, la organización de un referéndum para poner un término al desacuerdo regional que se creó a este respecto. Sin embargo, cuando, sin esperar esta consulta, la O.U.A. admite como nuevo miembro a "República Sahraoui" instalada en Tindouf en territorio argelino, Marruecos debió retirarse de la Organización regional.
Ante el fracaso de una solución africana, Marruecos muy naturalmente se volvió hacia la ONU para asumir la solución del desacuerdo. Los esfuerzos de las Naciones Unidas se concretaron en el plan de arreglo de 1990 que incluye un alto el fuego y la organización de un referéndum que da la elección entre el mantenimiento en el Reino de Marruecos o la independencia.
Desde el lanzamiento de la aplicación de este plan, Marruecos tomó todas las disposiciones para aplicarlo de buena fe cooperando, sin reserva, con la MINURSO y poniendo a su disposición los medios de los que tenía necesidad para realizar su misión.
El Plan de arreglo se encontró con dificultades, en particular, en lo que concierne al censo y la identificación de los votantes que constituye el elemento esencial. Y a pesar de los ajustes sucesivos que se le aportaron a nivel técnico, el plan se reveló ineficaz según lo reconoció el propio Consejo de Seguridad.
El acta de la no-aplicabilidad del Plan de arreglo
La acumulación de los problemas que paralizaron la puesta en marcha del Plan de arreglo del 1990 llevó al Secretario General de las Naciones Unidas a recurrir a los buenos oficios del antiguo Secretario de Estado americano, Sr. James Baker en 1997.
Después de varias tentativas estériles de reactivar la puesta en marcha del plan de arreglo, el Secretario General y su enviado personal tuvieron que establecer la acta siguiente : “Después de nueve años (....), no fue posible aplicarse en su integralidad ninguna de las disposiciones principales del Plan de arreglo de las Naciones Unidas” (Informe de 17 de febrero de 2000).
En el marco de la ejecución de su mandato, el Sr. James BAKER que eso podría conducir en retomar las hostilidades, cosa que es necesario evitar a toda costa”. organizó cuatro reuniones destinadas a responder a la espera de la Comunidad internacional de ver esta cuestión resuelta definitivamente y democráticamente. Estas reuniones se desarrollaron sucesivamente en Londres (14 de mayo y 28 de junio de 2000), Ginebra (julio de 2000) y Berlín (septiembre de 2000).
Al término de estas reuniones, el Sr. BAKER consideró que “es mucho mejor conseguir una solución política que de ver agotarse el proceso ya que eso podría conducir a retomar las hostilidades , cosa que es necesario evitar a toda costa”
Sobre la base de esta acta establecida por dos más altos responsables de la ONU encargados de este expediente el Consejo de Seguridad adoptó su Resolución 1309 de 25 de julio de 2000, invitando las partes a intentar solucionar los múltiples problemas a los cuales se choca la aplicación del Plan de arreglo y a ponerse de acuerdo sobre una solución mutuamente aceptable de su desacuerdo con respecto al Sahara Occidental.
Acuerdo marco sobre el Sahara: Primer plan Baker
Marruecos respondió a las esperas del Consejo de Seguridad (Resolución 1309 del 25 de julio de 2000) en que expresa "su disponibilidad a empezar con la otra parte, un diálogo sincero y franco refiriéndose al desacuerdo" con el fin de llegar a una solución duradera y definitiva teniendo en cuenta la soberanía y la integridad territorial de Marruecos así como las características consustanciales a la región.
La aceptación por Marruecos de una delegación de poderes "a todos los habitantes y antiguos habitantes del territorio, que sea auténtica, tangible y conforme a las normas internacionales", abrió la vía a la presentación por el Sr. James Baker del proyecto de acuerdo marco.
Resolución 1359 de 29 de junio de 2001, del Consejo de Seguridad apoyando el acuerdo de marco.
Marruecos aceptó negociar sobre la base de este proyecto de acuerdo con la flexibilidad necesaria .
En cambio, Argelia y el Polisario eligieron ignorar la Resolución 1359 y rechazaron la negociación con objetivo manifiesto de bloquear el proceso de solución política.
En efecto, en su informe de 19 de febrero de 2002, el Secretario General mencionó que el Presidente argelino le sugirió, el 2 de noviembre de 2001, que "Argelia y el Polisario estaban dispuestos a examinar o negociar una división del territorio como solución política al desacuerdo relativo al Sahara occidental."
El mismo informe indica que rechazando al mismo tiempo la idea de división del territorio, Marruecos demostró flexibilidad (§ 40) tratándose del proyecto de acuerdo marco.
En su resolución 1429 del 30 de julio de 2002, el Consejo de Seguridad pidió al Sr. James Baker proponer antes del final de enero de 2003, una solución política y un marco de negociación para un arreglo pacífico y definitivo del desacuerdo, destacando la profundidad de las divergencias con respecto al Plan de arreglo y afirmando, por primera vez, que la ausencia de solución "constituye un obstáculo ante el desarrollo económico del Maghreb Árabe”
Tras la adopción de esta resolución, el Gobierno marroquí "reiteró su disposición a proseguir su cooperación con el Secretario General de las Naciones Unidas y su Enviado Personal así como con el Consejo de Seguridad para poner fin a este desacuerdo».
Plan de paz para el Sahara: segundo plan Baker
En aplicación de la resolución 1429 del 30 de julio de 2002, el Sr. Baker efectuó una visita en la región del Maghreb del 14 al 17 de enero de 2003, durante la cual presentó a todas las partes una nueva propuesta titulada: "plan de paz para la autodeterminación del pueblo del Sahara Occidental".
Argelia, al basarse en cálculos políticos evidentes se declaró favorable al plan Baker.
Después de haberlo rechazado durante meses, el polisario, por oportunismo abandonó su argumentación y declaró en julio de 2003 aceptar el plan en cuestión.
En sus observaciones con respecto al plan, publicadas en el informe del Secretario General S/2003/565 con fecha del 23 de mayo de 2003, Marruecos destacó que esta nueva propuesta procede, esencialmente, del Plan de arreglo cuyo fracaso y no-aplicabilidad se constató debidamente. En su plan, el Sr. Baker reintroduce la organización de un referéndum que correspondería a las opciones iniciales, cuya puesta en marcha condujo, desde más de 12 años, al fracaso del proceso de arreglo de la cuestión del Sahara. Sobre todo que este plan concede a una minoría de la población, prerrogativas sustanciales, despreciando la composición sociológica, tribal y étnica de las poblaciones del Sahara, así como la necesidad de una adhesión, sincera y convencida, de todas las poblaciones al estatuto que se les ofrece.
La comprensión de Marruecos de la solución política es llevar las partes, por medio del diálogo y la negociación, a ponerse de acuerdo sobre un acuerdo realista y definitivo, sobre la base de una transferencia de competencias a las poblaciones locales, teniendo en cuenta las especificidades del Sahara, en el marco de la soberanía y la integridad territorial del Reino. Tal enfoque permite a la población administrar ella misma sus propios asuntos locales, ejerciendo así su derecho a la autodeterminación.
Por otra parte, Marruecos subrayó que el enfoque preconizado por la nueva versión del Plan del Enviado personal implica graves riesgos de desestabilización para el conjunto del Maghreb.
Marruecos tuvo así que impugnar la interpretación errónea de la Resolución 1495 tal como expresada en el informe del Secretario General S/2003/1016 con fecha del 16 de octubre de 2003 y pidió al Consejo de Seguridad asumir plenamente sus responsabilidades asistiendo a las partes con el fin de llegar a una solución beneficiosa para todos los Estados del Magreb, lejos de toda imposición.
• Carta con fecha del 21 de octubre de 2003, dirigida al Presidente del Consejo de Seguridad por el Representante permanente de Marruecos para la Organización de las Naciones Unidas (S/2003/1028)
Respetuoso de la legalidad internacional, Marruecos sigue trabajando con las Naciones Unidas con el fin de llegar a una solución política, realista y definitiva, que preserva la integridad territorial y la soberanía nacional del Reino y abre la vía para el desarrollo económico del Magreb.
El 29 de abril de 2004 , la resolución 1541 clarificó definitivamente el método preconizado por la comunidad internacional para el arreglo definitivo de la cuestión del Sahara. No puede tratarse sino de una solución política negociada y mutuamente aceptable por las partes. El texto deseó también situar este desacuerdo en su verdadero contexto regional pidiendo a los Estados de la región cooperar a tal efecto con el Secretario General y su Enviado personal.
La continuación por el Sr. Alvaro de SOTO de la búsqueda de una solución política
El 11 de junio de 2004 el Secretario General, Sr. Kofi Annan anunció la dimisión del Sr. James Baker de sus funciones de Enviado Personal y encargó al Sr. Alvaro de Soto de proseguir el trabajo de mediación política con las partes y los Estados vecinos, con el fin de llegar "a una solución política, justa, definitiva y mutuamente aceptable".
Al recibir el lunes 6 de septiembre de 2004, al Sr. de Soto, Su Majestad el Rey Mohamed VI, le reiteró la entera disposición de Marruecos a cooperar plenamente con las Naciones Unidas y le aseguró del apoyo del Reino para el éxito de su nueva misión.
Durante esta audiencia, el Soberano recordó también el compromiso de Marruecos a trabajar de buena fe con las Naciones Unidas y las distintas partes interesadas para llegar a una solución política negociada en el marco de la soberanía de Marruecos.
Argelia se ha negado a colaborar con el Sr. de Soto, bloqueando así todo proceso de arreglo y declarando al mismo tiempo ser nada más que un observador y no una parte al conflicto.
El nombramiento de un nuevo Enviado Personal
El Secretario General procedió, el 25 de julio de 2005, al nombramiento del Embajador Peter Van Walsum como Enviado especial para el Sahara, y le encargó "de evaluar la situación y de buscar con las partes, los Estados vecinos y otros protagonistas, el mejor medio de salir del callejón sin salida político".
De acuerdo con su mandato, Sr. Van Walsum, procedió a una gira exploratoria en la region del 12 al 17 de octubre del 2006 y fue recibido por Su Majestad al Rey Mohamed VI, el 13 de octubre de 2005, quien le garantizó la entera cooperación y el apoyo de Marruecos.
Por ello Su Majestad el Rey declaró el 6 de noviembre de 2005, con motivo del aniversario de la Marcha Verde: "nuestro compromiso en pro de la maroquinidad de nuestro Sahara solo tiene igual nuestra voluntad de encontrar, para el conflicto artificial suscitado en torno de ella, una solución política negociada que confiere a nuestras Provincias del Sur autonomía que permite a sus poblaciones administrar sus propios asuntos regionales en el marco de la soberanía del Reino, de su unidad nacional y de su integridad territorial".
Esta gira condujo al Enviado Especial del Secretario general a los campamentos de Tinduf, a Argelia y a Mauritania.
A raíz de las conversaciones que tuvo con los responsables de los paises visitados, Sr. Van Walsum declaró que “ es imposible encontrar una solución que pueda satisfacer a todas las partes. Ninguno está dispuesto a hacer concesiones” y añadió “es algo que no se solucionó durante 30 años, no hay que esperar que lo estará en un año”
El Presidente de Mauritania ha asegurado al Sr. Walsum del compromiso de su país a apoyar los esfuerzos de la ONU para encontrar una solución consensuada al conflicto del Sahara.
Argelia, como siempre, se oculta detrás de una posición de país “simplemente interesado”, bloqueando así toda tentativa de negociación y dedicándose al fracaso de toda iniciativa de paz y el polisario mantiene por su parte una posición intransigente.
El viaje lleva Sr. Walsum a Paris, el 18 de octubre, donde se le manifestó el apoyo de Francia para llegar, con las partes, a una solución política mutuamente aceptable en el marco de la ONU y su deseo para un apaciguamiento de las tensiones con el fin de facilitar el diálogo y la búsqueda de una solución.
En diciembre,el Sr. Walsum significó al Sr. Anan que los esfuerzos de la ONU no han servido a nada. Hay que preconizar negociaciones entre las partes al conflicto, Marruecos Argelia y el polisario.
Después de la reunión celebrada en Madrid, el 10 de febrero 2006, del Sr. Moratinos con el Sr. Van Walsum, un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España, informa que Naciones Unidas sigue siendo el marco de referencia aceptado por las partes para la solucion del conflicto. La actuación del Enviado Especial representa un estímulo para superar el estancamiento y entrar en una nueva dinámica política positiva.
España marca su colaboración con las Naciones Unidas y la comunidad internacional en la resolución de un conflicto, que constituye una de las prioridades de su política exterior.
Provocaciones del polisario y de Argelia
Las manifestaciones organizadas por el polisario a Tifariti, parte integrante del Sahara marroquí, situada fuera del muro de seguridad, a trenta kilómetros de Smara, tenían como objetivo provocar a Marruecos.
El desfile militar, en el cual han sido exhibidas armas pesadas constituye una violación del alto el fuego proclamado bajo los auspicios de las Naciones Unidas en septiembre del 1991.
La implicación de Argelia en esta nueva escalada en la región es total y su responsabilidad entera.
Argelia se ha encargado de suministrar las armas, garantizar el trasporte de las poblaciones, la logística y la organización material de dichas manifestaciones.
Marruecos, que nunca renuncia a su zona tapón que depende de su soberanía, ha hecho un llamamiento a las instancias internacionales para hacer respetar el alto el fuego y el estatuto de la zona tapón exigiendo que sean evacuadas por los adversarios de su integridad territorial.
Marruecos ha llamado la atención de la ONU sobre las consecuencias imprevisibles de estas manifestaciones en la estabilidad de la región e informó al Sr. Anan, Secretario General que “el éxito de los esfuerzos actuales de vuestro Enviado personal necesita la preservación de un clima de serenidad, el respeto del alto el fuego en vigor y la abstención de cualquier acción que pudiera comprometer la búsqueda de una solución política y consensuada a este contencioso regional”
La Minurso subraya la ilegalidad de las manifestaciones
El General Kurt Mosgaard, comandante de la Minurso quien acudió a Tifariti, acompañado de varios elementos de nacionalidades egipcia y rusa, se ha mostrado sorprendido por la amplitud de esta concentración de tropas en la zona de amortiguación en el Sahara y ha declarado que” no era permitida” y que va a registrar y tomar notas para “ informar de todo a los cuarteles generales de la ONU”.
Una autonomia ampliada y constitucionalmente garantizada
El estatuto de amplia autonomía se ha iniciado a finales del 2005 por medio de un proceso democrático de consultas previas.
Como primera etapa de este proceso, Su Majestad el Rey , en su discurso del 06 de noviembre de 2005 , ha invitado a los diferentes partidos políticos a presentar propuestas relativas al plan de autonomía para el Sahara. Esta primera etapa se encuentra en una fase muy avanzada gracias a la movilización de todas las fuerzas políticas.
Con motivo de la conclusión de su visita a la region , Su Majestad el Rey , en su discurso pronunciado el 25 de marzo de 2006 , inicio la segunda y ultima etapa de esta proceso de reforma y renovación del consejo real consultivo para los asuntos saharauis ( CORCAS) que integra en su nueva composición a representantes tradicionales de las tribus saharauis, electos municipales, regionales y nacionales , personalidades del mundo político y económico , nuevas elites de jóvenes y mujeres de la sociedad civil y del sector academico..., ofreciendo así todas las garantías de una amplia representación de todos los sectores de la población.
El nuevo consejo real consultivo para los asuntos saharauis asistirá a su Majestad el Rey en todos los temas relativos a la defensa de la integridad territorial y la unidad nacional , la promoción del desarrollo económico y social de las provincias del Sur de Marruecos y la preservación de su identidad cultural, y en el marco de estas atribuciones , el CORCAS ha sido encargado de emprender una reflexión serena y profunda , para recabar los puntos de vista de todos los saharauis , tanto en la region como fuera de ella, sobre el proyecto de autonomía previsto para estas provincias.
El discurso Real constituye , en definitiva , una nueva fase en el proceso de la consulta necesaria para la elaboración de un proyecto de amplia autonomía constitucionalmente garantizada , que se inscribe perfectamente tanto en el proceso de democratización de la sociedad y participación de todas las fuerzas vivas como en el plan de desarrollo humano fundado sobre la movilización de todas las energías del país.
Recientes Resoluciones del Consejo de Seguridad sobre el Sahara
la Resolución 1570(27 octubre 2004) y 1598 (31 octubre 2005)
En aplicación de la Resolución 1541 del Consejo de Seguridad, el Secretario General presentó su informe sobre la evolución de la situación S/2004/827 con fecha del 18 de octubre de 2004 en el cual recomienda la conservación del papel extremadamente útil, del componente militar del MINURSO tal como se estructura actualmente y que ninguna reducción debería hacerse en detrimento de la capacidad del papel operativo y político de la ONU. Por lo que se refiere al proceso político, el Secretario General recomendó a las partes cooperar de buena fe con su Representante especial "con el fin de poner un término al callejón sin salida actual y progresar hacia una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable".
Al adoptar la Resolución 1570, el 27 de octubre de 2004, el Consejo de Seguridad confirmó la valoración del Secretario General de la ONU sobre la situación actual « resultante de las posiciones inconciliables sobre el segundo plan Baker. Ante esta acta, el Consejo de Seguridad, unánime, pidió "de nuevo a las partes y Estados de la región de seguir cooperando plenamente con la Organización de las Naciones Unidas" para poner fin al callejón sin salida actual y progresar hacia una solución política "y a tal efecto, prolongó 6 meses, el mandato del MINURSO hasta el 30 de abril de 2005." S/RES/1570 (2004)
La Resolución 1598, decidió prorrogar de seis nuevos meses el mandato del MINURSO y esto hasta el 31 de octubre de 2005. En virtud de esta resolución, el Consejo pide "de nuevo a las partes y a los Estados de la región seguir cooperando plenamente con la Organización de las Naciones Unidas para poner fin al callejón sin salida actual y progresar hacia una solución política".
Además el Consejo de Seguridad tuvo, también, en cuenta la llamada del Secretario General en favor de la liberación, sin demora, de todos los presos marroquíes, dirigiendo, a este respecto, una demanda insistente al "Polisario" "de liberar sin demora" todos los presos marroquíes de acuerdo con el derecho internacional humanitario. Por otra parte, el Secretario General la ONU, M.Kofi Annan reafirmó, en su informe (S/2005/254) de 19 de abril de 2005, su disposición "para ayudar a las partes a llegar a una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable" del desacuerdo relativo al Sahara marroquí. Expresó la esperanza que todas las partes interesadas manifestarán la voluntad política necesaria para salir del callejón sin salida.
La Resolución 1634 ( 27 octubre 2005)
En aplicación de la Resolución 1598, el Secretario General presentó su informe sobre la situación en el Sahara S/2005/648 con fecha del 13 de octubre de 2005 en el cual recomienda a las partes hacer prueba de flexibilidad y cooperar de buena fe con el nuevo Enviado personal aportándole todo el apoyo necesario para su misión. Al adoptar la Resolución 1634 del 27 de octubre de 2005, el Consejo decidió prorrogar el mandato del MINURSO hasta el 30 de abril de 2006 rogando al mismo tiempo al Enviado personal del Secretario General darle cuenta, en los tres meses siguiendo la adopción de la Resolución, de la evolución de la situación. Inspirándose ampliamente en las Resoluciones anteriores ( Resoluciones 1570 y 1598 que hicieron el acta del estancamiento político y la necesidad de progresar hacia una solución política).
Fuente: Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Cooperación (version electrónica)
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