Asimismo, Guterres enumeró los múltiples informes recibidos por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) en relación con el recurso masivo y en gran escala, por el polisario, a los "acosos, detenciones y malos tratos contra blogueros, médicos y enfermeras" en los campamentos de Tinduf.
El informe precisa que estas graves violaciones se han multiplicado en los últimos meses contra todos aquellos "involucrados en la documentación de los casos de COVID-19 en los campamentos de Tinduf". Esta nueva ola de represión por parte del polisario no es más que un ejemplo reciente de las violaciones masivas y continuas por este grupo armado separatista, para acallar las voces de los disidentes, blogueros, periodistas, activistas y cualquiera que contradiga el despotismo de sus líderes.
Estas violaciones apuntaron, esta vez, al cuerpo médico y a los activistas de los derechos humanos que no han hecho más que desvelar las falsificaciones de las informaciones del polisario sobre la pandemia de COVID-19, y denunciar su alarmante propagación entre los secuestrados en los campamentos de Tinduf, privados de toda protección y libertad de circulación, de desplazamiento, de asociación, de expresión y de reunión.
El jefe de las Naciones Unidas expresó su preocupación por los informes recibidos por el ACNUDH sobre las "consecuencias negativas del cierre de las fronteras, de los obstáculos a la ayuda humanitaria y de la disminución de las actividades económicas en los campamentos" de Tinduf y sobre el impacto de la crisis de la COVID-19 en la situación de los derechos humanos en estos campamentos, en particular en lo que se refiere a "los derechos económicos y sociales".
La situación desastrosa de los derechos humanos en los campamentos de Tinduf y las violaciones masivas de las que son víctimas los secuestrados, son el resultado de la dimisión del país anfitrión, Argelia, de sus responsabilidades con respecto a la protección de los derechos humanos en su territorio.
La situación en estos campamentos, inédita en el mundo, donde el país anfitrión delegó su responsabilidad a un grupo armado separatista, fue señalada recientemente por el secretario general y los órganos de derechos humanos de las Naciones Unidas.
-Noticia sobre la cuestión del Sahara Occidental / Corcas-