Esta iniciativa abre nuevas perspectivas de desarrollo para las provincias del Sur, afirmaron los jefes de las tribus saharauis durante una reunión en Laayun (1251 km al sur de Rabat) con el ministro del Interior, Chakib Benmusa, y el ministro delegado del Interior, Fuad Ali El Himma.
Los participantes estimaron que la iniciativa marroquí, que fue objeto del apoyo de la comunidad internacional, es capaz de arreglar definitivamente el conflicto artificial del Sahara que duró demasiado, y de reforzar la estabilidad en la región y reunir a las familias saharauis.
Destacaron también el papel que desempeñan en la defensa de le unidad del Reino, y subrayaron el apego "indefectible de los hijos de las provincias del Sur a Marruecos".
Con este motivo, Benmusa, quien formó parte, junto con Ali El Himma, de la delegación marroquí que participó en la primera ronda de las negociaciones de Manhasset, subrayó la importancia de la iniciativa marroquí para la negociación de un estatuto de autonomía de la región del Sahara, que fue objeto de amplias consultas a nivel nacional y local.
El ministro recordó que esta iniciativa ha sido calificada por la comunidad internacional de "creíble" y "seria" para salir del estancamiento en el cual se encuentra la cuestión del Sahara, que opone desde 1975 Marruecos a los separatistas del +Polisario+, apoyados por Argelia.
La delegación marroquí acudió a las negociaciones con "buen fe" y "mano tendida", señaló el titular del Interior antes de puntualizar que la iniciativa de autonomía marroquí es la "única y definitiva" solución a este conflicto "artificial" y que "la autonomía es una forma más avanzada de la buena gobernanza".
Por su parte, Ali El Himma insistió en la importancia de la movilización de todos para dar éxito a la iniciativa autonómica marroquí y resolver definitivamente el conflicto del Sahara.
Marruecos y el +Polisario+ reiniciarán en la segunda semana de agosto próximo una segunda ronda de negociaciones en Manhasset, en conformidad con la resolución 1754 del Consejo de seguridad de la ONU que llamó, a finales de abril pasado, a las partes a iniciar negociaciones de "buena fe" y sin "condiciones previas" para lograr una "solución política justa, duradera y mutuamente aceptable" a la cuestión del Sahara.